Esta vez escribo desde mi país de nacimiento,
Suecia. La triste realidad es que he perdido a mi madre. Ella nos dejó hace 4
días y sé que a partir de ahora, la vida nunca más será igual. Les agradezco de
antemano por leer este blog, que no es más que un pequeño homenaje a la persona
que me trajo al mundo.
Mi mamá se llamaba Mary, ella me cuidó siempre con mucho amor y dedicación.
De mi infancia, solo tengo recuerdos bonitos y con mucha luz. Aunque trabajaba
mucho como profesora de peluquería, ella siempre tenía tiempo para mí.
Mis padres me regalaron una infancia extraordinaria. Crecí en el campo
con los animales y la naturaleza y siempre me sentí arropada por el amor de mis
seres queridos.
En esas épocas no había apenas televisión y mucho menos internet, pero
yo nunca me aburría. Vivía en un mundo real pero lleno de fantasía. Los veranos
de mi infancia eran espectaculares, seguramente no con tan buen clima como es
costumbre en este país, pero yo solamente me acuerdo de cuando íbamos en
bicicleta a bañarnos al lago, o de cuando yo recogía del bosque hermosas flores
para mi mamá. Los otoños eran una aventura, las coloridas hojas caídas me servían
para jugar y recogíamos también hongos y frutillas del bosque. Mi mamá era del extremo
norte de Suecia y le encantaba caminar por el bosque. El invierno era
definitivamente el tiempo más espectacular del año para mí. Tenía muchas
actividades como patinar sobre el hielo, esquiar, deslizarme en “pulka”
(pequeño trineo) o construir muñecos de nieve. Muchas veces después de esquiar sentía
que hacia tanto frío que no sentía los
dedos de mis pies y mi mamá me esperaba con chocolate caliente para recuperarme.
Después del oscuro invierno llegaba la esperada primavera. Me encantaba recoger
las primeras flores de la temporada, como las “snödroppar” (gotas de nieve) y
tusilagos para mi mamá mientras escuchaba los ruidos primaverales de los
pájaros. Por cierto ¿Sabes que ellos cantan en una forma especial en la
primavera?
También tengo tantos recuerdos de muchas navidades espectaculares. Mi
mamá era fanática de la navidad. Ella empezaba su navidad en septiembre,
haciendo queso y luego todo el otoño era una tremenda preparación. Se la pasaba
haciendo salchichas, panes dulces y decoraciones tanto dentro y fuera de casa. Cuando
llegaba la navidad no había ningún detalle en el que mi mamá no hubiera pensado. Tanto trabajaba ella, que a veces
lloraba de cansancio la noche antes de la navidad.
Luego fui creciendo pero siempre muy cerca de ella y cuando mi querido
papá se fue de este mundo hace ya más de 20 años, yo me dediqué a cuidarla y a mantener
sus esperanzas de vivir feliz al lado mío y de mi familia. Eran actos de amor que
le devolvía por lo que ella me había dado, pero esto fue también posible
gracias a mi marido y a mis hijas quienes siempre la mimaron y cuidaron,
siempre les estaré muy agradecida por haberle dado tanto amor.
Mi mamá se acostumbró pues a vivir con nosotros después de la partida de
mi papá. Ella estaba mucho con nosotros en España y cruzó muchas veces el
atlántico para estar con nosotros cuando vivimos en Miami. Ella también viajó varias
veces al Perú con nosotros y siempre la hemos pasado muy bien con ella.
Mi mamá fue una muy grande inspiración para que yo escribiera mi primer
libro y fue la más entusiasta para convencerme de que hiciera yo misma los
dibujos. Yo no quería dibujar porque me parecía ridículo lo que yo hacía, pero
mi mamá insistía e insistía hasta que al final me decidí a escucharla.
Yo tengo los libros escritos y dibujados sobre mi infancia en Swedeland
pero todavía no han sido publicados. Ojala que algún día su publicación pueda
hacerse realidad.
Siento un gran vacío y no sé cómo mi vida va a continuar después de
esto. Hay gente que me dice que tengo que ser fuerte, pero no quiero serlo si
esto para significa seguir y no sentir.
Claro que voy a seguir adelante, pero nunca dejaré de extrañar a mi mama y lo
haré hasta la eternidad. Tengo la satisfacción
de saber que tuvimos la más fantástica relación. Una relación basada en el
simple hecho de tenernos con felicidad la
una a la otra.
Ella fue mi maestra, y me enseñó a enfrentar la vida con amor pero ella
tenía mucho carácter y también me enseñó a sacar las garras cuando fuera
necesario.
Quiero agradecerte mamá Mary por haber sido tan fantástica y por haberme
dado tanto amor y por enseñarme a separar lo bueno de lo malo en esta
vida.
Quisiera dar un consejo a todos los que tienen a sus madres vivas. No dejen de darles amor y disfrutar de ellas cada día. No se olviden nunca que madre, solo hay una.
Quisiera dar un consejo a todos los que tienen a sus madres vivas. No dejen de darles amor y disfrutar de ellas cada día. No se olviden nunca que madre, solo hay una.