Desde pequeña he esperado este momento para poder
escribir e intercambiar ideas con los demás. Están muy bienvenidos a leer y a
escribirme, no importa si pensamos igual o no.
Voy a contarles un poco de mi historia para que me conozcan mejor.
Mi infancia solitaria me marcó para toda la vida. Crecí en un pequeño
pueblo llamado Övre Svärdsjö en la provincia de Dalarna en Suecia. No tenía
hermanos ni amigos, casi no había niños allí.
La única fiel amiga fue mi propia fantasía. Nunca me faltaron ideas para
crear nuevos juegos o nuevos mundos. A los 5 años creé mi propio “Halloween”,
hice mi "Casa de brujas" en un pequeño almacén donde mi papá guardaba
sus herramientas. Invité a la gente del pueblo a visitarlo y mi negocio fue cobrar
5 coronas por visita. De verdad no me acuerdo si fue rentable o no, pero si me
acuerdo del ambiente oscuro y misterioso que yo había creado.
Mejor me fue a los 7 años con mi "business" de tarjetas navideñas
y libros que yo vendía antes de la navidad.
Creo que este tipo de actividades fueron producto de la soledad. En
realidad no debería llamarle soledad porque no recuerdo nunca haberme sentido
sola como niña. Tenía una gran acompañante que era "La Naturaleza",
lo fue y siempre lo será.
Durante el verano corría por los campos verdes floridos y me bañaba en
el lago donde el agua era muy helada. Al final de verano participaba con los
vecinos agricultores en la cosecha de papas. En el otoño mi gran juego era divertirme
con las hojas coloridas y secas propias de la estación.
El invierno era mi estación preferida porque esquiaba y hacía patinaje,
yo casi aprendí a esquiar antes de caminar. Lo que más me fascinaba era hacer las
esculturas de nieve. El material para mi arte era absolutamente gratuito y ecológico.
Los inviernos eran muy largos y muy oscuros en mi país, cuando llegaba
la primavera era como un renacer. Yo buscaba las primeras flores de la época
para regalarlas a mi mamá y apenas que se iba la nieve sacaba mis canicas para
jugar. Si alguien jugaba conmigo duraba muy poco porque yo con mis dedos largos
siempre ganaba el juego.
Mi pueblo, era un pueblo de puros agricultores. Mi papá era una
excepción porque era profesor. A mí me encantaba estar con los vecinos y parte
de mis días los pasaba en los establos con las vacas, cerdos y caballos. Allí conocí
a mi primer gato, del que me enamoré de inmediato. No paso mucho tiempo antes
de que en mi casa tuviéramos una mascota, una gatita llamada
"Missy". Con ella empieza mi amor por los gatos.
No es de extrañar que mis actividades han estado siempre influenciadas
por mis pasiones e intereses que nacieron de esta solitaria pero privilegiada
niñez. Mi amor por la naturaleza hace que me interese mucho por la ecología. Mi
soledad creó en mí una necesidad de constante creación, por eso me gusta
escribir y dibujar. El arte, la decoración y el diseño son mis pasiones.
Ya he hablado también acerca de mi amor por los animales, son seres que nunca
que nos defraudan. Como crecí muy sola, soy una ferviente promotora
de la unión familiar, defiendo valores como el respeto y el cariño a nuestros
mayores, ellos no merecen ser olvidados.
Aunque me considero muy sueca y estoy orgullosa de ser lo, quiero también mucho al país de mi esposo, el Perú, que me ha llenado de tanta inspiración y al que siempre llevaré en mi corazón. Así también lo haré con mi bello pueblo de la costa catalana de España, Cambrils, allí donde está mi casa.
Aunque me considero muy sueca y estoy orgullosa de ser lo, quiero también mucho al país de mi esposo, el Perú, que me ha llenado de tanta inspiración y al que siempre llevaré en mi corazón. Así también lo haré con mi bello pueblo de la costa catalana de España, Cambrils, allí donde está mi casa.
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