Una mujer llamada
Sara Elvira Casas Maza fue a la comisaria de Breña-Lima para denunciar a su
vecina por el robo de su gato. El gato había desaparecido y ella buscando, lo
encontró donde la vecina que no quiso devolverlo.
En la comisaria se
negaron a tomar la denuncia y se burlaron de ella. Sara en ese momento,
muy indignada, empezó a filmar a la policía con su teléfono. Así empezaron los
actos de violencia. Las mujeres policías le quitaron el celular con el que
filmaba, le rompieron el bolso y le jalaron el pelo. Sara puso resistencia y se
armó una trifulca donde los implicados resultaron ligeramente heridos, incluida
Sara.
Ella fue detenida y
el fiscal basó su pedido de encarcelamiento en "su nivel de peligrosidad por
sus largas uñas".
Luego fue procesada
en 2 días, a 9 meses de prisión preventiva por el delito de violencia y resistencia
contra la autoridad. Sara fue recluida en el penal Virgen de Fátima en Chorrillos
(una cárcel de alta seguridad).
Sara es vegetariana,
pero cuando pidió una dieta especial se la negaron. Ella cuenta en un reportaje,
que daba los trozos de carne de su ración, a los gatos que habitan en la cárcel.
Sara ama a los gatos y es conocida por ser una persona que durante años se dedicó
a rescatar gatos sin hogar.
Según su abogado la
decisión de las autoridades judiciales, no es proporcional a la falta cometida.
Sara ya salió de la
cárcel después de casi 3 meses y ya está tomando acciones para denunciar la
injusticia que se ha cometido contra ella.
El reportaje sobre esta
mujer me ha sorprendido bastante.
Si amas a tu
mascota, puedes entender el enfado y la impotencia que sintió Sara cuando las
policías no la tomaron en serio. Ninguna autoridad tiene el derecho de burlarse
de un ciudadano. Si bien no fue bueno lo que Sara hizo, encuentro normal su
primera reacción. Ella empezó a filmar como única manera de encontrar pruebas
para defender sus derechos.
Era el momento para
encontrar la calma y que todas las partes se hubieran comportado de una manera
civilizada.
Una pena, pero no
fue así y bien sabido es que un acto de violencia genera otro. Así pues se armó
un gran escándalo. Algo que para mi forma de pensar, fue totalmente
innecesario.
Así que pienso que
todos tienen responsabilidad, pero quien más la tiene es la propia policía.
Ellos generalmente
hacen un trabajo admirable y no pueden permitir que una situación tan sencilla,
llegué a estos extremos.
Lo que creo también
es, que ninguna de estas 2 mujeres policías, tenía la capacidad de entender lo
que una mascota puede llegar a significar para una persona. Para muchos de
nosotros, las mascotas suelen son nuestros mejores hijos.
Si llegáramos a
respetarnos más, evitaríamos tan tristes historias que solo traen consecuencias
de dolor y de crueldad.
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