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viernes, 11 de septiembre de 2015

Como una buena chica puede caer en manos de una secta

Luego de escribir el último blog estuve investigando acerca de personas que han sido víctimas del secuestro mental, del cual trataba antes. Y así fue, como encontré la triste historia de
Elisa, una chica de Cuenca, Ecuador. Ella tenía 17 años cuando por accidente se involucró con una familia que manejaba una secta religiosa. Estas personas tenían una escuela de música durante el día a la que ella solía asistir.  Esto se transformaba en un lugar de reuniones religiosas por la noche.
Sutilmente esta gente empezó a ganarse la confianza de Elisa, para luego poder tomar el control de ella. Elisa era una adolescente talentosa y de buenos sentimientos, pera poco a poco empezó a cambiar
Elisa es hija única y siempre había tenido una muy cercana y buena relación con su mamá. Las personas de la secta  destruyeron estos bonitos lazos a base de mentiras y sobre todo utilizando la palabra de Dios para justificar sus objetivos.
Por las exigencias de la secta, Elisa estaba todo el tiempo con ellos y asistía cada vez menos a las reuniones de su familia. Tampoco visitaba a sus amistades de siempre y hasta faltaba a sus clases de la universidad
La secta se convirtió entonces en su prioridad, ellos utilizaban diferentes técnicas de persuasión y consiguieron cambiar la personalidad de Elisa.
Poco a poco las personas de la secta fueron alejándola de su familia y de sus amistades de toda la vida. Solamente quedaba la relación con su mamá como último obstáculo para que la secta tuviera el control total sobre ella y su vida.
Entonces empezaron a convencerla de que tenía que dejar también a su mamá. Le metieron tantas mentiras y cosas negativas en la cabeza, que terminó creando los esperados conflictos entre madre e hija.
Fue cuando Elisa empezó a sentir una especie de adicción hacia la relación con las personas de la secta. Para colmo de males le consiguieron un novio dentro del grupo  y ya con eso pudieron imponer aún más autoridad sobre ella.  Fue entonces cuando decidió dejar la universidad y dio el último paso para la total separación con su familia.
Las personas de la secta habían maltratado a la madre Elisa en varias ocasiones y en presencia de ella. La madre fue golpeada e insultada verbalmente delante de su hija, pero ella no salía en defensa de su madre.
La secta consiguió el cometido de secuestrar a la joven y separarla de su familia.
Esta es una historia verdadera, y quiero citar las palabras de la madre de Elisa "Contar esta historia me entristece, cada palabra está acompañada de lágrimas y sufrimiento y solamente una madre o un padre me podrían entender, y es precisamente para ellos que dedico esta historia de mi hija Elisa. Relato esta triste realidad porque tengo la firme intención, que así podre ayudar a evitar que otras...jóvenes caigan en esta situación de dependencia psicológica...con personas fanáticas, que quien sabe con qué otras intenciones atrapan a nuestras jóvenes, aprovechándose de su ingenuidad e inocencia, se aprovechan de la gran necesidad de espiritualidad que muchas veces los jóvenes buscan y les inculcan ideas a través de discursos que al final solo sirven para sus beneficios e intereses personales"
Ella termina diciendo" yo seguiré luchando para recuperar el amor de mi hija. Ese mismo amor que nos unió siempre a las dos".

Este es un tema muy interesante, uno de los motivos que me animan a escribir este blog, es promover los valores para fomentar la unión familiar. Por eso es importante alertar sobre estos peligros de los que nadie está libre y que pueden terminar con los lazos familiares más fuertes. 

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