En el blog anterior he contado
acerca de la verdadera historia de cómo una madre soltera perdió la amistad de
su única hija a causa de una secta.
Como puede ser posible que algo así pase. Era
una hija ejemplar y de buenas relaciones con su familia pero que un día
fue "secuestrada" por desconocidos.
La respuesta es escalofriante. Esto le puede
pasar a cualquier persona, si las circunstancias se dan. Hay situaciones donde
todos podemos ser susceptibles a este peligro. Por ejemplo:
Cuando estás en una situación donde sientes
incompetencia.
Cuando te sientes desaprobada por los demás.
Y si además eres una persona sensible a la
crítica y te duele terriblemente el rechazo. Entonces te encuentras en una
situación vulnerable al secuestro mental.
Esto te puede pasar a ti y a mi alguna vez en la
vida. Si en estas circunstancias tienes la mala suerte de encontrarte con
una persona "manipuladora" que te dice lo que quieres escuchar. Cosas
como “me gusta quien eres. O "Soy como tú, tus secretos están
seguros conmigo, soy el perfecto amigo, el mejor amante, tu pareja ideal
etc."
Esta persona" encantadora"
actúa con simpatía, es muy sonriente, extrovertido e induce naturalmente
a la proximidad y a la confianza.
La víctima se siente agradecida por haber sido la
elegida.
Luego el proceso es muy lento y sutil,
La víctima no es consiente del alcance de la
influencia. Ocurren pequeños cambios primero, y la victima comienza a pensar
que es ella la que está tomando sus propias decisiones, cuando en realidad
todas estas son tomadas por el que la manipula.
La victima piensa y está segura que el secuestrador
tiene los mejores deseos en mente.
Los procesos incluyen alejarte cada vez más de
tu familia y tus amigos, se inventa historias y se encarga de hablar mal de
ellos con el propósito de que te quedas sola. La idea de aislar a la
víctima es la estrategia perfecta para conseguir la total dominación.
¿Cómo pueden existir personas que se dedican a
estas maldades? Se dice que los líderes de las sectas son psicópatas. Yo voy
aún más lejos diciendo que todo secuestrador mental es un presunto psicópata.
La definición de una psicópata es que es una
persona sin conciencia. Saben reconocer la diferencia entre el bien y el
mal pero no les importa. Si no se tiene conciencia se puede hacer cualquier
maldad y no sentir culpabilidad.
Cuantas veces has escuchado a alguien que mirando
las noticias dice " como puede ser que alguien haya hecho algo tan
horrible". La respuesta es que un psicópata ha estado actuando. Esta
persona no tiene los mismos valores que nosotros y por eso somos incapaces de
entender porque pueden realizar actos tan crueles y horribles.
Ha habido grandes y famosos psicópatas en la
historia de la humanidad, como Hitler, Stalin, Charles Manson, etc. Hablamos de
gente de poder, de políticos y a la vez asesinos. No solemos dudar de
esta gente y no creemos que sean tan malos porque son visibles. El mayor
problema para las víctimas es que los psicópatas no avisan antes de cometer sus
maldades.
Entre el 1 y 4 % de la población son psicópatas
pero no llevan colgada una etiqueta en la frente. Se esconden en situaciones
normales de la vida, los ves actuar con naturalidad y simpatía .Los psicópatas
son como lobos con piel de cordero y es muy difícil de reconocerlos.
En el caso de la chica del Ecuador, a la gente de
la secta no le importó alejar a una hija de su madre. No le importó
romper lazos familiares y amistosos. El único y egoísta deseo que gobierna sus
maldades son sus propios y malignos propósitos. Además tienen el desparpajo de
hacerlo siempre sirviéndose del nombre de Dios. Algo que es justamente lo
contrario de lo que proponen los mandamientos de la ley de Dios
Esta chica, Elisa, había perdido su propia voluntad
y no tenía personalidad propia, a tal punto que pudo ser capaz de permitir
que los miembros de la secta maltrataran a su madre física y verbalmente.
Es escalofriante, ¿verdad? No digas nunca que
eso no te puede pasar a ti. Porque yo lo repito, eso le puede pasar a
cualquiera.
Algo que sí podemos hacer para protegernos es informarnos
y tomar conciencia para tener los conocimientos necesarios para detectar
a un psicópata, ya sea por internet o allí afuera en nuestra vida
cotidiana.
Informen se, hablen con sus hijos y ponga atención
y alerte sobre este gran riesgo capaz de desgraciar familias y que hasta pueden
terminar con asesinatos y suicidios comunes.
Apoya a tus hijos para que ellos crean en sí mismos
y muestra en cada instante tu apoyo a sus actividades.
No dudes de meterte en sus vidas si es necesario
para saber qué hace y con quién frecuenta. Es nuestra obligación proteger a
nuestras familias contra tanta maldad.
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