Elegir un idioma

sábado, 29 de agosto de 2015

ACERCA DEL SECUESTRO EMOCIONAL



Hay momentos en los que, ya sea por miedo o por ira, nos cegamos por completo y cometemos actos que en otras circunstancias jamás habríamos pensado hacer. Esos momentos en los que se nos pueden escapar palabras crueles que hieren y hasta en los que podemos cometer actos reprobables de difícil excusa. Momentos cuando perdemos el control de la situación y de nosotros mismos. Todo esto es debido al llamado “secuestro emocional”.
Nuestra parte emocional nos prepara para respuestas automáticas que antes tenían la característica de ser vitales, pero que a veces no resultan ser positivas. Para entender las mejor cosas dejo algo en claro:
El cerebro tiene una parte emocional y otra parte racional. 
El secuestro emocional se explica como la reacción automática a un estímulo. Es decir, es cuando la parte racional del cerebro deja de funcionar.
Esta es una reacción primitiva y la hemos tenido desde que el hombre existe, si se quiere, por necesidad. El primitivo lo usaba para huir de los animales silvestres u otros peligros inminentes.
El gran problema es que a pesar del tiempo, este tipo de reacción de corte básico, no ha cambiado en nosotros que hemos pasado por todos los procesos para convertirnos en seres civilizados.
Por necesidad, la parte emocional del cerebro siempre ha reaccionado más rápido que la parte racional, es decir, lo emocional gana sobre lo racional. Es más urgente salir corriendo delante de un oso furioso que ponerse a filosofar si realmente es conveniente hacerlo.
La culpa de esto la tiene la “amígdala”, que es una glándula  del tamaño de una almendra.  La amígdala dirige nuestras reacciones, es la que da señales de peligro, y es inmediatamente después cuando tenemos que tomar una rápida decisión.
En estas situaciones, cuando se está produciendo  el secuestro emocional, toda nuestra atención se encuentra dirigida a dar una respuesta  emocional impidiéndonos llevar a cabo un proceso de racionalización de la situación que vivimos.
Así que en realidad no hemos llegado muy lejos en nuestra evolución. Mandamos sondas a Marte pero la mayoría de la gente no ha aprendido  a controlar sus emociones primitivas.
Haz un experimento contigo mismo y responde con honestidad a la pregunta de cuantas veces has reaccionado con la amígdala durante la última semana ¿?.
Estoy segura que te sorprenderías porque si no somos conscientes de nuestras reacciones, quiere decir que todos nos encontramos bajo esta misma situación de inconsciencia.
Claro que como somos seres vivos pensantes, podemos mejorar siempre. Si tomamos conciencia de este problema podemos empezar a controlar nuestras emociones negativas.
Prueba empezando a controlar tus emociones y te vas a sorprender de todo lo que podrás conseguir al final. Así se podrían evitar muchos problemas y situaciones innecesarias.
Mucha suerte y a contar hasta 10 antes de hablar o reaccionar. Me encantaría que alguien se atreviera a contar sus experiencias acerca de esos momentos en los que hubieran podido reaccionar bien y evitar situaciones desagradables.

Un saludo a todos los que me leen, les deseo que pasen un feliz fin de semana y sobre todo con mucha paz y armonía.

viernes, 21 de agosto de 2015

Sobre la llamada "Telebasura"



A finales de los 90s, eran muy populares los famosos "Talk shows" de la televisión peruana, el más famoso, el de Laura Bozzo. Ella se hizo conocida por mostrar las desgracias y miserias de la gente y sus participantes solían ser conocidos por sus malas maneras al hablar, por no tener dientes (algo bastante denigrante) y por ser fieles amantes de las emergentes “polladas”, las cuales se convirtieron en una nueva forma de diversión popular. Estas eran reuniones donde por una mínima tarifa se servía una porción de pollo asado y la posibilidad de bailar toda la tarde tomando sobre todo mucha, pero mucha cerveza. Por eso, era habitual y al igual que en el programa de la Bozzo, que los participantes terminaran resolviendo sus problemas con llanto, gritos y golpes.
A este "éxito televisivo" le siguieron otros programas como "Magaly TV”, que también promovía el morbo y el escándalo. Este programa revelaba y descubría las más bajas conductas de la gente de la farándula. Los famosos “Ampays” eran referidos a los resultados de las cacerías realizadas por los “paparazzi” en búsqueda de infidelidades, peleas, etc .La conductora tenía la habilidad de desquiciar a sus “victimas” con ácidos y venenosos comentarios, lo que finalmente terminó con un temporal encarcelamiento acusada por difamación y calumnia.

En el presente, nuevos formatos de programa son los abanderados de la llamada telebasura, como por ejemplo "Combate" y "Esto es Guerra" donde jóvenes de ambos sexos realizan pruebas de fuerza y destreza, entre otras cosas. Los participantes son elegidos por “imagen”, la mayoría tienen biotipos europeos, y son fieles discípulos del “culto al cuerpo”.  Esta es la nueva proyección del "nuevo perfil ganador” al que muchos jóvenes quieren imitar. Además, son conscientes de que el programa tiene total derecho para exhibir sus vidas personales y para sacar todo el provecho mediático de ello.
.
“Amor-Amor”, “Al aire”, “Hola a todos” y “Bienvenida la tarde”, son algunos otros programas con fácil contenido y que se ocupan mayormente de comentar del "glamour" y la tormentosa vida de los “famosos”. Todos estos programas están siendo muy criticados sobre todo por exponer la vida íntima de las personas involucradas.
Otro programa que se encuentra también bajo la misma etiqueta es "El valor de la verdad". Aquí el espectador puede saber exactamente cuánto dinero se lleva el participante para que a cambio exponga lo más íntimo de su vida.

En el  año 2000 el filósofo español Gustavo Bueno presentó su libro llamado Televisión: apariencia y verdad. El allí rechazó el término de “Telebasura” y afirmaba que "llaman basura a la realidad que nos rodea".
Su pensamiento era que en el mundo de la televisión manda el público y la audiencia. Por eso, el afirmaba que “cada pueblo tiene la televisión que merece”.
Está aseveración ocasionó gran polémica y ha sido citada en muchas ocasiones en muchos debates de la televisión española, por ejemplo.
Otra de sus contundentes conclusiones se referían a que los gustos de la sociedad, cuando esta no está dirigida, van evolucionando, pero que esto no es ni bueno ni malo.

Hace ya 15 años que el Sr. Bueno sacó estas respetables conclusiones y si algo no se puede negar, es que la sociedad evoluciona cada día. Toda evolución no necesariamente es buena ni mala, así que si "Los realities" existen, es porque tienen rating. Ningún tipo de programa podría sobrevivir ni una semana en el aire, sin el apoyo masivo de público.
Lo que también es cierto es que este tipo de programas no hubieran podido existir hace 30-40 años, ya que seguramente habrían metido a la cárcel a los responsables por inmorales. La iglesia, el estado y las instituciones de la época se hubieran opuesto.

Entonces podemos concluir que durante el paso del tiempo nuestros pensamientos moralistas han ido cambiado. Hoy no es un extraño ver en la televisión a personajes groseros, agresivos y que descubren sus cuerpos sin respetar horarios que antes protegían la sensibilidad de los más pequeños. Es pues la forma actual de incitar al morbo de exponer al público la intimidad de la gente con sus penas y alegrías.

Perú no es el único país  donde existen estos programas. Países como España, Brasil, Colombia  y México también los tienen. Igualmente en el Caribe y Centroamérica.
Según el diario español “El País” los únicos países  que se han resistido a este tipo de programas por ahora son: Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
Aunque a decir verdad, tampoco me gustaría tener que vivir en una sociedad donde limitan mis derechos, solo para no tener que toparme con estos programas. Al fin y al cabo, siempre hay la libre elección de apagar la televisión o buscar algún otro tipo de entretenimiento o actividad.
Si es verdad que como dice el Sr, Bueno, cada país " tiene la televisión que merece" entonces pienso que tendríamos que empezar a cultivarnos más. Hay mucho que hacer en los colegios, son los niños los que decidirán la televisión que querrán ver.  El Perú es un país con una milenaria y maravillosa cultura, con suficiente material para una educación de calidad y basada en valores ancestrales que se necesitan recuperar con urgencia.

En estos últimos tiempos han sido programadas varias marchas en Lima contra la " telebasura". A mí me parece bien tomar conciencia de esto, porque no falta a la verdad que "los gimnasios están llenos y las bibliotecas vacías".
Por eso quisiera enviar un mensaje a los padres, abuelos y demás familiares que conviven a diario con los niños. Pongan libros en sus manos o tomen el tiempo de leer a sus hijos, nietos, etc. Eduquen a los pequeños en el gusto por la cultura. Una persona interesada en la cultura, no será presa fácil de la tentación por consumir la llamada “Telebasura".

sábado, 15 de agosto de 2015

EL OTORONGO, una especie sudamericana en peligro de extinción.

 

El otorongo (Pantera Onca) o jaguar, es el felino más grande de Suramérica. Tiene 8 subespecies, entre los que se encuentran el jaguar peruano y el jaguar de Amazonas.
Se pueden encontrar ejemplares de jaguar en toda la selva amazónica pero también en los bosques tropicales peruanos de Tumbes y Piura.
El jaguar ocupa el mismo lugar en importancia como el león de África y el tigre de India.
Un ejemplar de jaguar adulto pesa entre 55 y 130 kilos y su longitud de cuerpo hasta la cabeza es de 150 hasta 180 cm.
El jaguar negro es uno de los ejemplares más conocidos, en realidad es el mismo animal pero con una pigmentación diferente.

Es un excelente cazador y vive de pequeños mamíferos pero también come frutos.
El jaguar ha sufrido y sufre muchas amenazas contra su existencia.
En Brasil, durante los años 60, mataron unos 15.000 ejemplares al año para comercializar sus bonitas pieles. La caza se prohibió, pero sigue siendo una amenaza ya que existe mucha gente sin escrúpulos.
No solamente la caza es una amenaza, otro factor  muy importante es la pérdida de su hábitat natural. Ejemplos de esto son la tala inmoderada de los bosques amazónicos y los incendios forestales, que en un 50 %, son provocados por el hombre.

Cada ecosistema tiene su equilibrio natural y cuando disminuyen los jaguares, crecen las poblaciones  de herbívoros como conejos, venados, etc. La desaparición de un carnívoro tan grande provoca un gran desorden en la cadena de alimentación.
La sobrepoblación de estas especies crea problemas de erosión y desertificación de suelos y esto afecta directamente a los ecosistemas y a los mantos acuíferos.
Muchos jaguares cuando pierden su hábitat y se ven forzados a vivir en zonas no habituales. Se acercan a las zonas donde vive la gente y los animales domésticos, lo cual ocasiona muchos problemas.

El otorongo está en peligro de extinción y para protegerlo nosotros tenemos que tomar más conciencia de la caza ilegal, el talado incontrolado, los incendios, factores que no solamente podrían terminar con el otorongo sino que también que en el futuro, podrían terminar con el equilibrio de nuestros ecosistemas.
La consecuencia de este desequilibrio sería una grave amenaza para el hombre.

La primera vez que yo escuché el nombre de “Otorongo” fue en la famosa serie peruana " Al fondo hay sitio". Cuando los personajes, Gladys (una mujer de la selva) y Nachito (un exitoso empresario de la capital) se enamoraban con sus juegos del "otorongo", que era así como ella lo llamaba de cariño. Tanta fue la obsesión de la pareja por esto, que cuando nació su primer hijo le pusieron el nombre de "Oto".

Estos hechos despertaron mi curiosidad acerca de este animal. Investigando comprendí que así se le denomina al jaguar en el Perú.

Como resultado de mi búsqueda, me encariñe con “el otorongo” y empecé a dibujar con ternura a estos lindos animales. Tengo la esperanza de que tanto los niños y los adultos podamos tomar mayor interés en este precioso animal y la importancia de la preservación de estas especies.






viernes, 7 de agosto de 2015

HOLA SOY ROBIN



Hola soy Robin.

¿Porque son las calles de Lima tan coloridas en el invierno ?

Yo estaba muy feliz hace un mes cuando anunciaron que por el fenómeno del niño, no íbamos a tener invierno aquí. Y pensé de inmediato, Uy me salvé!
Yo soy un perro nacido en Miami USA. Odio el frío y sobretodo odio la ropa que nos ponen para protegernos.
El año pasado me pasó algo grave a causa de la desgraciada ropa que me compró mi mama Solveig. Ella estaba tan feliz cuando me puso esa chaqueta de jeans azul con forro de lana blanco. Poco después de tener esa ropa encima, sentí como si se me congelaban las piernas y no caminaba con normalidad. Lo peor fue que mi capacidad de excepcional saltarín  se redujo a cero. Ya no saltaba a la cama ni al sofá del salón.
Mis papis se quedaron preocupados y estaban a punto de llevarme al médico. No lo hicieron porque se dieron cuenta que cuando salíamos a la calle yo caminaba muy bien, disfrutando como siempre del paisaje y regando a todos los árboles que encontraba en el camino (honesta mente al salir, yo ya me olvidaba mis penas).
Hasta que llegó el día de mi salvación. La primavera había llegado con un sol espléndido y mi mamá por fin, me quitó esa molesta ropa. Fue de verdad como un milagro lo que pasó ese día. Cuando me sacó la ropa, de inmediato empecé a saltar por la cama y el sofá como lo hacía anteriormente.
Mis papis son muy cariñosos conmigo pero cuando se trata del tema de abrigarme contra el frío no nos entendemos bien.
Casi me convierten en parapléjico durante todo ese tiempo que tuve que llevar el chaleco que ven en la foto.
Yo me pregunto ¿cuantos perros infelices más hay en Lima? Es como que a los dueños les encanta vestir a  sus mascotas, tanto, que empiezan en mayo cuando todavía hace bastante calor.
Es cuando la bonita vecina caniche se vuelve una pelota rosada y a otro perro macho (con el que nos odiamos), lo visten con una camiseta rayada que parece recién salido de la cárcel. 
Mi idea es que como el invierno en Lima es tan gris, visten a todos los perros con ropa colorida para que las calles no se vean tan aburridas. 
La conclusión es que nosotros, los pobres animales, tenemos que sufrir durante meses porque la gente busca un poco de color en sus grises vidas de invierno.
Para terminar estas historias, les cuento que esta mañana me vi con otro vecino, un pastor alemán muy grande, al que casi habían vestido como astronauta. Se le veía tan ridículo que daba mucha risa, pero yo me la aguanté porque siempre hay que tener un poco de respeto (además me parece que es muy grande como para reírme de él en su cara).
A mi parecer hay solamente una raza que realmente necesita ropa para abrigarse, "El perro peruano". Mi mamá siempre me dice" Mira Robin, que bonito ese perro peruano". Y bueno, yo no hago comentarios, porque pienso que un perro tiene que tener pelo..... aunque yo conozco uno muy simpático que se llama Urco.

A mi, casi me convierten en un "perro peruano" cuando llegué aquí hace 3 años. Un médico veterinario me dio un tratamiento antipulgas de baja calidad y por una reacción alérgica se me cayó casi todo mi pelaje  Fue cuando entendí que estos pobres sienten FRÍO DE VERDAD y en esas circunstancias estaba como hasta agradecido de llevar encima mi ropa con dibujos que más parecía, un disfraz de vaca loca.
Por favor, que el perro peruano si se ponga poncho y chullo, o lo que le parezca, pero que nos dejen al resto sin esta maldita ropa para vivir felices y en paz.
Los quiero mucho,



Robin

domingo, 2 de agosto de 2015

NO DEJES QUE EL TRAFICO DE LIMA TE PONGA DE MAL HUMOR


¡No me reconozco!!!
¿Se acuerdan de aquella película " Algo pasa con Mary"?. Y me digo a mi misma " Algo pasa con Solveig". Si, algo muy extraño está pasando conmigo. Hoy al mediodía, mi esposo y yo decidimos ir a un conocido local a tomar café con leche.  Desde que estacionamos en el parking, empezamos a  disfrutar del rico olor del pan recién horneado. 
Que agradable es hacer una pausa y tomar un cafecito en este frío limeño gozando de la lectura de la prensa del día. Nos habíamos sentado ya en unas de las mesas, cuando de repente me di cuenta que hacía mucho frío en el local.   Brrr!!!  Aquí en Lima, hay pocos lugares que usan el aire acondicionado, pero aquí pude constatar que lo tenían a tope y eso que estamos en pleno invierno.
Pedí entonces al personal que por favor lo apagaran y me contestaron que no podían.
Ese fue el momento en el que pasó algo extraño. Me acerqué muy decidida y molesta y les dije: "si no lo hacen me voy de este sitio".
Poco después y mientras me lavaba las manos, empecé a reflexionar sobre lo que había dicho. Me preguntaba porque reaccioné así de irritada y conflictiva, cuando ese no es para nada mi estilo.
Muy rápido encontré la explicación:" Debe ser por EL TRAFICO de Lima". Si, venía de salir de quicio varias veces en el tráfico y eso me había producido tanto stress, que necesitaba encontrar un lugar tranquilo y apacible para lograr calmarme.
Esta justificación me tranquilizó en parte, ya que tenía la lógica necesaria para entender mi cólera y mi tan mal humor. Por eso se dice que las personas reaccionamos como LAS RATAS cuando nos sentimos amenazados, y que con ojos saltones enseñamos los dientes dispuestos a saltar le al cuello al primero que se nos cruza en el camino.
Antes de llegar al café, habíamos estado circulando con el auto por varios distritos de Lima por casi una hora. Cada viaje por las calles de esta ciudad me llena de EMOCIONES EXPLOSIVAS.
Suelo salir tranquila de mi casa pero me bastan solo 2 minutos para convertirme en una rata del tráfico limeño. Intento siempre auto-convencerme de que no vale la pena reaccionar con las innumerables imprudencias y osadías de los conductores de aquí, pero caigo siempre en la misma trampa: Me irrito y me enfado mucho.
A veces me pregunto ¿Seré la única en sentirme así? o será que la mayoría de los que circulan por las calles de Lima están así de indignados y de mal humor.
Me puse a investigar acerca de este tema con ayuda de Mr. Goggle. La información encontrada me alivió de un lado y me preocupó de otro. Sentí alivio porque pude constatar que no soy la única, pero preocupación porque la situación del tráfico está generando graves distorsiones mentales en la gente que pasa parte de sus vidas en el horrible caos del tráfico de las grandes ciudades.
Lima que tiene alrededor de 9 millones de habitantes, cuenta un parque automotriz de 1 millón 300 mil carros. Aquí ocurren más de 50,000 accidentes al año. Llego pues a la conclusión, de que no hay capacidad física en la ciudad para soportar tantos vehículos motorizados.
El segundo paso de mi búsqueda fue tratar de encontrar "consejos útiles para soportar el agobio del tráfico de las grandes ciudades". Lo primero que encontré fue la recomendación de usar transporte público para evitar frustraciones innecesarias al volante.
Bueno-bueno pensé, este consejo debe llegar de alguien que nunca se ha subido a un microbús,  como los de la compañía ORION, donde los asientos están hechos para gente con piernas muy cortas y donde la amortiguación dejó de existir desde hace ya varios años. Además de que los usuarios de este transporte deberían usar máscaras porque los gases del motor entran directamente al interior por los agujeros de la carrocería.
Así que este primer consejo fue descartado y allí mismo encontré el próximo: "Aprenda un nuevo idioma mientras maneja su auto" Esto si me pareció fenomenal a primera vista, pero luego pensando lo bien no me veía como escuchando una bonita clase de italiano, mientras los demás allí afuera tocan las bocinas, gesticulan y gritan a viva voz todo el repertorio completo de las más famosas groserías peruanas.
Así que este segundo consejo fue también descartado.
Al fin decidí no leer más porque me di cuenta que estas recomendaciones no están pensadas para el tráfico de Lima. Alguna vez leí que el campeón mundial de rally, el finlandés Kimi Raikkonen, había intentado circular por las calles de Lima y había llegado a la conclusión de que aún no estaba preparado para esto.
Conclusión final: No hay remedio a la vista.
Tendremos que seguir con nuestro mal humor. Por lo menos tenemos un pretexto para explicar nuestro mal comportamiento en la sociedad.
De lo contrario podríamos también intentar mudarnos a un pequeño pueblo de Islandia. Allí seguro que no renegaríamos tanto con el tráfico. Pero como sabido es, nada es perfecto, y seguro que nos quejaríamos de todos esos osos polares que cruzan la carretera sin mirar.

En fin, cada uno buscará una solución al problema y ojalá también alguien encuentre la fórmula para ser feliz en medio del tráfico de Lima.