¿Porque son las calles de Lima tan coloridas en el invierno ?
Yo estaba muy feliz
hace un mes cuando anunciaron que por el fenómeno del niño, no íbamos a tener invierno
aquí. Y pensé de inmediato, Uy me salvé!
Yo soy un perro
nacido en Miami USA. Odio el frío y
sobretodo odio la ropa que nos ponen para protegernos.
El año pasado me
pasó algo grave a causa de la desgraciada ropa que me compró mi mama Solveig.
Ella estaba tan feliz cuando me puso esa chaqueta de jeans azul con forro de
lana blanco. Poco después de tener esa ropa encima, sentí como si se me congelaban las piernas y no caminaba con normalidad. Lo peor fue que mi
capacidad de excepcional saltarín se redujo a cero. Ya no saltaba a la
cama ni al sofá del salón.
Mis papis se quedaron
preocupados y estaban a punto de llevarme al médico. No lo hicieron porque se
dieron cuenta que cuando salíamos a la calle yo caminaba muy bien, disfrutando
como siempre del paisaje y regando a todos los árboles que encontraba en el camino
(honesta mente al salir, yo ya me olvidaba mis penas).
Hasta que llegó el
día de mi salvación. La primavera había llegado con un sol espléndido y mi mamá
por fin, me quitó esa molesta ropa. Fue de verdad como un milagro lo que pasó ese día.
Cuando me sacó la ropa, de inmediato empecé a saltar por la cama y el sofá
como lo hacía anteriormente.
Mis papis son muy
cariñosos conmigo pero cuando se trata del tema de abrigarme contra el frío no nos entendemos bien.
Casi me convierten
en parapléjico durante todo ese tiempo que tuve que llevar el chaleco que ven en la foto.
Yo me pregunto ¿cuantos
perros infelices más hay en Lima? Es como que a los dueños les encanta vestir a
sus mascotas, tanto, que empiezan en mayo cuando todavía hace
bastante calor.
Es cuando la bonita
vecina caniche se vuelve una pelota rosada y a otro perro macho (con el que nos
odiamos), lo visten con una camiseta rayada que parece recién salido de la cárcel.
Mi idea es que como
el invierno en Lima es tan gris, visten a todos los perros con ropa colorida para
que las calles no se vean tan aburridas.
La conclusión es
que nosotros, los pobres animales, tenemos que sufrir durante meses porque la
gente busca un poco de color en sus grises vidas de invierno.
Para terminar estas historias, les cuento que esta mañana me vi con otro vecino, un pastor
alemán muy grande, al que casi habían vestido como astronauta. Se le veía
tan ridículo que daba mucha risa, pero yo me la aguanté porque siempre hay que
tener un poco de respeto (además me parece que es muy grande como para reírme de
él en su cara).
A mi parecer hay
solamente una raza que realmente necesita ropa para abrigarse, "El
perro peruano". Mi mamá siempre me dice" Mira Robin, que bonito ese
perro peruano". Y bueno, yo no hago comentarios, porque pienso que un perro
tiene que tener pelo..... aunque yo conozco uno muy simpático que se llama Urco.
A mi, casi me convierten
en un "perro peruano" cuando llegué aquí hace 3 años. Un médico
veterinario me dio un tratamiento antipulgas de baja calidad y por una reacción
alérgica se me cayó casi todo mi pelaje Fue cuando entendí que estos
pobres sienten FRÍO DE VERDAD y en esas circunstancias estaba como hasta
agradecido de llevar encima mi ropa con dibujos que más parecía, un disfraz
de vaca loca.
Por favor, que el
perro peruano si se ponga poncho y chullo, o lo que le parezca, pero que nos
dejen al resto sin esta maldita ropa para vivir felices y en paz.
Los quiero mucho,
Robin
No hay comentarios:
Publicar un comentario