El otorongo (Pantera Onca) o jaguar, es el felino más
grande de Suramérica. Tiene 8 subespecies, entre los que se encuentran el
jaguar peruano y el jaguar de Amazonas.
Se pueden encontrar ejemplares de jaguar en toda la selva amazónica pero
también en los bosques tropicales peruanos de Tumbes y Piura.
El jaguar ocupa el mismo lugar en importancia como el león de África y
el tigre de India.
Un ejemplar de jaguar adulto pesa entre 55 y 130 kilos y su longitud de
cuerpo hasta la cabeza es de 150 hasta 180 cm.
El jaguar negro es uno de los ejemplares más conocidos, en realidad es
el mismo animal pero con una pigmentación diferente.
Es un excelente cazador y vive de pequeños mamíferos pero también come
frutos.
El jaguar ha sufrido y sufre muchas amenazas contra su existencia.
En Brasil, durante los años 60, mataron unos 15.000 ejemplares al año para
comercializar sus bonitas pieles. La caza se prohibió, pero sigue siendo una
amenaza ya que existe mucha gente sin escrúpulos.
No solamente la caza es una amenaza, otro factor muy importante es
la pérdida de su hábitat natural. Ejemplos de esto son la tala inmoderada de los
bosques amazónicos y los incendios forestales, que en un 50 %, son provocados
por el hombre.
Cada ecosistema tiene su equilibrio natural y cuando disminuyen los
jaguares, crecen las poblaciones de herbívoros como conejos, venados, etc.
La desaparición de un carnívoro tan grande provoca un gran desorden en la
cadena de alimentación.
La sobrepoblación de estas especies crea problemas de erosión y desertificación
de suelos y esto afecta directamente a los ecosistemas y a los mantos acuíferos.
Muchos jaguares cuando pierden su hábitat y se ven forzados a vivir en
zonas no habituales. Se acercan a las zonas donde vive la gente y los animales
domésticos, lo cual ocasiona muchos problemas.
El otorongo está en peligro de extinción y para protegerlo nosotros
tenemos que tomar más conciencia de la caza ilegal, el talado incontrolado, los
incendios, factores que no solamente podrían terminar con el otorongo sino que
también que en el futuro, podrían terminar con el equilibrio de nuestros
ecosistemas.
La consecuencia de este desequilibrio sería una grave amenaza para el
hombre.
La primera vez que yo escuché el nombre de “Otorongo” fue en la famosa serie
peruana " Al fondo hay sitio". Cuando los personajes, Gladys (una
mujer de la selva) y Nachito (un exitoso empresario de la capital) se
enamoraban con sus juegos del "otorongo", que era así como ella lo
llamaba de cariño. Tanta fue la obsesión de la pareja por esto, que cuando
nació su primer hijo le pusieron el nombre de "Oto".
Estos hechos despertaron mi curiosidad acerca de este animal.
Investigando comprendí que así se le denomina al jaguar en el Perú.
Como resultado de mi búsqueda, me encariñe con “el otorongo” y empecé a
dibujar con ternura a estos lindos animales. Tengo la esperanza de que tanto
los niños y los adultos podamos tomar mayor interés en este precioso animal y
la importancia de la preservación de estas especies.
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